Según la Real Academia Española (RAE), el adjetivo sostenible se aplica a todo aquello que se puede mantener sin agotar los recursos o sin causar daño grave al medio ambiente. Se refiere tanto a la economía como a la ecología y, desde hace varios años, lo vemos acompañando a la industria de la moda, el turismo, la alimentación, entre otras. Pero, ¿qué está pasando en el sector de la construcción y real estate? Para dar respuesta a esta pregunta, consultamos a especialistas de distintas áreas.
Todos los profesionales coincidieron en que la arquitectura sostenible, o sustentable como se la llama en Argentina y algunos países de Sudamérica, debe lograr el equilibro entre las necesidades del cliente, la comunidad y el ambiente o la naturaleza que lo rodea. Así, para el Arq. Javier Pisano -Especialista en Planificación Urbana y Regional, Consultor en aspectos urbano ambientales, Representante del CPAU en el Subcomité de Construcción Sostenible y la Comisión de Ciudades Sostenibles de IRAM y Docente FADU-UBA-“la aplicación de políticas urbanas bajo el paradigma de la sustentabilidad tiende a fortalecer la visión integral en la actuación sobre el territorio, un manejo holístico que refiere a la mejora de la relación del sistema urbano con el subsistema natural y su implementación permitiría reducir los impactos de las acciones de urbanización sobre un territorio, produciendo una mayor eficiencia y eficacia en el uso de los recursos disponibles”.
Eficiencia, ahorro, salubridad son los tres pilares que resalta Adriana Miceli -Directora en Sustentarq y en el Centro de Formación en Arquitectura Sustentable (CFAS), Titular de la materia de grado Arquitectura Sustentable y directora del Programa de Especialización en Arquitectura Sustentable de Posgrado en FADU- al momento de pensar en un diseño sustentable para generar construcciones de calidad y saludables, ya sean de viviendas o de oficinas. Por eso resalta dos dimensiones a tener en cuenta, la ambiental y la social (ver recuadro 1).
Arquitectura urbana sustentable
La construcción de envolventes edilicias con buena aislación térmica y con una relación de llenos y vacíos adecuada para el clima del lugar, es el principal objetivo de los arquitectos Kozak al momento de producir edificios que consuman la menor cantidad de energía posible. Otros recursos a los que apelan son la generación de ventilación cruzada, maximizar la captación solar en invierno y, a la vez, asegurar la protección solar en verano, la recuperación y reutilización del agua.
El edificio realizado por el estudio Kozak Arquitectura, con una asesoría del Centro de Investigación Hábitat y Energía de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires, es un ejemplo de este abordaje. Ubicado en Aráoz y Honduras, en el barrio de Palermo Viejo, la premisa que guió el proceso de diseño fue: “procurar incorporar la mayor cantidad de recursos de eficiencia energética y sustentabilidad en arquitectura en general, en el contexto de un proyecto sin un presupuesto excepcional, con recursos tecnológicos y de insumos disponibles a nivel local, en un terreno típico de la ciudad de Buenos Aires, con las restricciones usuales determinadas por la normativa vigente”. De esta forma, Alejandra Kozak detalla que “la resolución de la planta de los departamentos, y la ubicación y diseño de ventanas y parasoles, logran optimizar la captación de sol directo en invierno y aseguran la protección solar necesaria en verano para evitar los efectos del sobre-calentamiento”. A su vez, “la envolvente del edificio fue resuelta mediante diferentes detalles constructivos que incluyen las capas necesarias de aislación térmica para el clima local determinado por las normas IRAM con el uso, por ejemplo, de aislación celulósica que es un material con importante contenido de celulosa reciclada y cuya fabricación demanda una utilización mínima de energía. En las terrazas también se adoptó como material aislante poliestireno expandido de alta densidad. En los cielorrasos bajo losa en la planta baja, se utilizó lana de vidrio más la acumulación del poliestireno recibido en la obra como envoltorio de productos e insumos”. Todas las ventanas del edificio cuentan con doble vidrio hermético y, excepto en cocinas, persianas de aluminio anodizado con poliuretano inyectado. A partir de estudios de balance térmico, la arquitecta destacó que se pudo determinar que “el diseño de la envolvente del edificio, al reducir los intercambios de calor con el exterior, logra disminuir la demanda de acondicionamiento térmico interno, reduciéndola a aproximadamente una tercera parte del valor habitual en Buenos Aires”.
Otra característica que hace sustentable a este edificio es que cuenta con un sistema de colectores solares de tubos evacuados que transforma la radiación solar en energía térmica para calentar el agua de consumo, con el fin de lograr un promedio de ahorro energético anual en el orden del 60%. Los espacios comunes son iluminados durante el día mediante luz natural y por la noche con artefactos de bajo consumo accionados por sensores de movimiento y fotocélulas. En la planta baja se procuró maximizar la superficie de terreno absorbente y se destinaron espacios en diferentes niveles para prácticas de agricultura orgánica urbana, al igual que en las extensiones de las mesadas de las cocinas en los departamentos. En el patio central, un solado de pavimento semipermeable de adoquines de hormigón intertrabado es alternado con superficie absorbente de granza en los patios laterales al núcleo de circulación vertical. Parte de la planta baja también se reservó para estacionamiento de bicicletas con fácil acceso, con el objeto de promover formas de movilidad sustentable.
DIMENSIONESA TENER ENCUENTA EN LASUSTENTABILIDAD
AMBIENTAL
La edificación es un hecho autoritario en relación a la naturaleza, se debe tener en cuenta el curso del agua, la dirección de los vientos, cómo gira el sol, articular una armonía con todos los fenómenos climáticos.
SOCIAL
incluye el modo de vida del cliente, buscando que se sienta identificado. Conocer la cultura de las personas que van a vivir y sus distintos hábitos. Se piensa, por ejemplo, en un diseño que pueda crecer y adecuarse a los distintos integrantes del hogar. Cada edificio es para un perfil de cliente. Hay barrios como Recoleta o Puerto Madero donde los amenities no se utilizan porque las personas se van al country en el fin de semana, en cambio en barrios como Villa Crespo se aprovechan más. Tener ello en cuenta, son estrategias de diseño sustentable.
Construcción Bioclimática
Cuando en el proceso de diseño y construcción se tienen en cuentan las condiciones climáticas de la región y se aprovechan los recursos naturales disponibles como el sol, la vegetación, el viento o la lluvia, para disminuir el impacto ambiental generado por la obra y el consumo de energía, estamos en presencia de una arquitectura bioclimática.
Según Javier Pisano, “el proyecto de una casa bioclimática debe garantizar los principios básicos de este tipo de arquitectura”, que son: captación, almacenamiento, aislamiento y protección. “Todo esto utilizando los recursos naturales disponibles en la región de implantación, sobre todo las fuentes de energía renovable como el sol y el viento”.
En general, explican desde estudio Kozak, “los ejemplos de arquitectura bioclimática más usuales son casas de escala intermedia o chica, muchas veces en sitios alejados de las redes de infraestructura de las ciudades con una fuerte necesidad de autosuficiencia energética”. Si bien para el ámbito urbano, en términos conceptuales, se siguen aplicando los mismos criterios acerca de adecuarse al clima y las condiciones del sitio, “la posibilidad de proyectar las orientaciones del edificio está más condicionada, hay que adaptarse a los códigos urbanos que son estrictos, entre otras cosas”, dice Alejandra y agrega que “en términos generales, la prioridad de tener una envolvente eficiente desde un punto de vista termo-energético, sigue siendo la misma, y también los distintos recursos para disminuir el impacto ambiental”.
Se trata de pensar en un diseño que permita mejorar sin sumar costos. Esto se logra buscando una “buena orientación para que el edificio genere confort sin necesidad de utilizar calefacción artificial, poniendo aparatos con sello de eficiencia energética, haciendo ventilación cruzada, y en edificios de oficinas poniendo ventanas, griferías que ahorren agua, llaves de paso y circuitos eléctricos independientes” detalla Adriana Miceli, quien implementa este concepto en la construcción de viviendas socio sustentables, en cuya arquitectura “siempre está presente la persona en primer lugar”.
Durante varios años, Miceli trabajó junto al Banco Hipotecario, en la realización de viviendas sociales sustentables para la clase media, “por ser la que tiene menos acceso al crédito”. Los modelos debían tener ciertos valores como: adaptarse a las condiciones climáticas del lugar, generar identidad (que la gente pueda elegir dónde vivir, por eso se le daba un lote propio dentro del barrio), que se fomente el trabajo para contratistas chicos, que se realicen con materiales del lugar, que tengan todos los servicios y fácil acceso al transporte público. “Es un producto en el que se valora el diseño estético pero vinculado a la conciencia humana”, afirma la arquitecta y cuenta que hoy lo sigue haciendo para pequeñas comunidades de 10 o 15 viviendas.
ASPECTOS ATENER EN CUENTAPARA UN EDIFICIORESIDENCIAL YPARA LAS OFICINAS
EDIFICIO RESIDENCIAL
Orientación, aprovechamiento del agua de lluvia, aislación térmica, uso de sanitarios y equipos de climatización eficientes. Luego de lograr un grado de eficiencia en forma pasiva, se puede suplementar el desempeño con energías renovables (energía eléctrica y agua caliente).
OFICINAS
Se analiza la climatización, la iluminación, el acceso a luz natural y vistas, el consumo de los sanitarios, la gestión de los residuos, el confort térmico y la calidad de aire que se brinda a los ocupantes.
Con sello ambiental
Todo el esfuerzo por implementar acciones sustentables debe quedar respaldado por los respectivos sellos de sustentabilidad que, para el caso de edificios, integran un conjunto aproximado de unos 60 sistemas de certificación, de los cuales los más conocidos son: LEED, EDGE, PassivHaus, BREEAM, HQE, Green Globes y Living Building Challenge. “Casi todos los sistemas de calificación analizan el uso de la energía. Los más avanzados agregan al análisis el uso de la tierra, el agua, los materiales, el transporte y la calidad ambiental interior. Últimamente se agregó la medición de la huella de carbono, es decir, el grado de afectación al ambiente derivado del uso de la energía, procedente de la quema de combustibles fósiles” aclara Andrés Schwarz y detalla algunos motivos por los cuales implementar procesos de sustentabilidad es una ventaja competiviva: reducen el consumo de agua y energía, con la consiguiente reducción de costos de consumo, se obtiene un producto de mayor calidad, ya que el grado de análisis y control es mayor, se puede demostrar a la comunidad el grado de compromiso ambiental, validado por un tercero independiente. En emprendimientos comerciales, se logra una diferenciación, y en algunos casos, un incremento de ocupación mayor o un valor de renta mayor. En ambientes laborales, se logra una fidelización de la fuerza de trabajo, y contribuye a la retención de talentos, los usuarios de estos espacios y edificios tienen mejores condiciones de confort, con lo cual se reduce el ausentismo y se potencia la productividad.
Puntualmente, Schwarz se refirió a la certificación LEED, que significa Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental: “es una metodología de diseño, construcción y, eventualmente, operación de edificios y espacios interiores en forma sustentable, que busca medir y comunicar el desempeño de un proyecto, a través de estrategias medibles y comunicables. Algunas son obligatorias y otras, optativas. Se basa en un sistema de 100 puntos posibles de los cuáles hay que lograr como mínimo 40 para poder acceder a la certificación. El grado de estrategias empleadas se comunica a través de niveles (Certificado, Plata, Oro y Platino) donde a más puntos, mayor es el nivel alcanzado”.
A diferencia de los edificios ya existentes, para los cuales la operación y mantenimiento exigen una renovación cada tres años en la que se verifica que mantienen el nivel de prestación logrado, la certificación de construcción nueva no requiere renovación “ya que apuntan a un proceso de diseño y construcción que culminó con la entrega de la obra”, diferencia el especialista. Si bien el costo de certificación variará en función de la cantidad y complejidad de las estrategias a implementar, destacó que de acuerdo con un estudio publicado por el Consejo Colombiano de la Construcción Sostenible (CCCS) sobre el uso de LEED en América Latina, en promedio la inversión adicional en los proyectos para lograr dicha certificación es de 1,42%. Ese mismo estudio señala que el 69% de los proyectos indicó tener una inversión adicional imperceptible o menor al 1%, mientras que el 15% manifestó una inversión adicional entre el 1% y el 3%. El mismo informe revela que actualmente América Latina tiene más de 2.100 proyectos LEED en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela. Si bien el primer proyecto en casi todos los países es un edificio de oficinas comerciales, el sector residencial es un área en crecimiento, particularmente para proyectos residenciales multifamiliares.
Particularmente en Argentina, Schwarz indica que al 21 de septiembre de 2021, había certificados 144 proyectos LEED, y 191 registrados para certificar. En cuanto a EDGE, hay aproximadamente unos 20 proyectos certificados. En el país también se cuenta con un etiquetado de viviendas, que mide la eficiencia energética pero “por el momento solo está disponible para el rubro residencial”. Según publica la Secretaría de Energía en https://etiquetadoviviendas.energia.gob.ar/, hay 3409 viviendas analizadas y 1357 etiquetas emitidas en plan piloto. Según se indica en el sitio oficial: “El Programa Nacional de Etiquetado de Viviendas tiene como objetivo instituir la Etiqueta de Eficiencia Energética como un instrumento que brinde información a la ciudadanía acerca de las prestaciones energéticas de una vivienda y constituya una herramienta de decisión adicional a la hora de realizar una operación inmobiliaria, evaluar un nuevo proyecto o realizar intervenciones en viviendas existentes”.
EDIFICIOS YVIVIENDASSOCIALESSUSTENTABLES
Desde 2016 Argentina forma parte de la Alianza Global para los Edificios y la Construcción, sumándose a su estrategia global con el objetivo de reunir a la industria de la construcción, los países y las partes interesadas para crear conciencia y facilitar la transición global hacia edificios de bajo consumo de energía y bajo consumo de emisiones. La GlobalABC funciona de forma voluntaria a través de cinco áreas de trabajo: educación y concientización; políticas públicas; transformación del mercado; financiamiento y data análisis; y MRV. Por otra parte, desde la Secretaría de Energía de la Nación, se lleva a cabo el proyecto GEF (Fondo del Medio Ambiente Mundial, por sus siglas en Inglés) “Eficiencia Energética y Energías Renovables en la Vivienda Social Argentina”, con el objetivo principal de contribuir a la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) como resultado de la disminución del consumo de energía en la vivienda social. Se construirán 128 viviendas sociales, en 8 provincias, con diseños innovadores, que maximicen la eficiencia energética e incluyan tecnologías de fuentes renovables de energía. Se monitoreará su performance energética durante 1 año, lo que permitirá comparar el desempeño del rendimiento de las distintas medidas que se implementarán en cada región y ratificar la importancia de integrar aspectos asociadas a la sustentabilidad en la construcción.
Fuente: Secretaría de Energía
En la agenda de las políticas públicas
La problemática ambiental, sin dudas, debe estar incorporada a la agenda pública no solo en la teoría sino, principalmente, en la práctica. “Su incorporación en la agenda pública ayuda en la sensibilización del usuario final”, asegura Javier Pisano. Pero, además, debe estar visible en las Escuelas de arquitectura, ya que es “una de las formas de ampliar la presencia de la problemática como génesis de las propuestas y no como proceso de adecuación posterior”, y en lo que refiere a los desarrolladores “hay varios aspectos que generan su interés en incorporar la problemática a sus desarrollos como pueden ser los estímulos fiscales, la reducción de costos de operación y mantenimiento posteriores, y el acceso a sectores de mercado, que por políticas corporativas, requieren este tipo de construcciones”.
En este sentido, destacó la reciente modificación del Código de Planeamiento (ahora Código Urbanístico- CUR) y el Código de Edificación (CE), que incorporaron los aspectos de sustentabilidad en las obras de arquitectura. El Código Urbanístico, establece en su Título 7, estrategias de compromiso ambiental, sobre: Prevención del efecto isla de calor; Prevención del riesgo hídrico; Restauración de la Biodiversidad; Calidad ambiental del hábitat; y Eficiencia Energética. El urbanista indica que los objetivos, al proyectar políticas de planificación sustentables, deben privilegiar el implementar políticas públicas que “transformen el modo lineal del “metabolismo” de las ciudades (insumo- consumo – emisiones) en un modo circular donde parte de las “emisiones” se reducen y otras se transforman en insumos de nuevos procesos”.
Tanto Miceli como los arquitectos Kozak coinciden en que hay una mayor conciencia ambiental tanto en los desarrolladores como en los consumidores y en la importancia de las políticas públicas, sin embargo resaltan la necesidad de aplicar las leyes ya existentes. “Hay muchas normas que fueron aprobadas, pero no están reglamentadas. Esto genera mucha incertidumbre, especialmente en los momentos de decidir con los comitentes. Por citar un ejemplo, la ley solar mediante la cual se podría acceder a descuentos en el ABL a partir de instalar un sistema solar-térmico o de paneles fotovoltaicos, se aprobó hace más de diez años pero nunca se reglamentó y, consecuentemente, nunca se implementó”, expone Daniel Kozak y propone la ejecución de incentivos que no generarían gastos al Estado como “tener una “ventanilla verde”, como la llaman en otros países, para acceder a trámites de permiso de obra más rápido, a partir de demostrar que el edificio que se presenta va a tener un consumo energético menor al promedio o algunas soluciones de arquitectura sustentable verificables”.
Como en las industrias de la moda, la alimentación y el turismo, en el Real Estate también la sustentabilidad se va instalando. “La pandemia puso en primer plano en forma muy contundente la necesidad de priorizar estas cuestiones; por el imperativo de resguardar el ambiente para las generaciones futuras y también por la necesidad de mejorar la habitabilidad de la población en el presente”, afirma Alejandra Kozak y destaca “las redes colaborativas para el intercambio de información sobre estos temas”, como el colectivo AS 6030 sobre arquitectura y sustentabilidad, del cual forman parte.
El cambio de paradigma en la realización de edificios de viviendas y oficinas con prácticas constructivas sustentables y uso racional de los recursos, se encuentra en marcha y solo la toma de conciencia por parte del Estado, los desarrolladores y los consumidores nos revelará si es una moda o llegó para quedarse.
COMPROMISO CERTIFICADO
El Edificio Paimun, diseñado por el estudio de arquitectura Estudio Nietzel y desarrollado por VAT Propiedades, es un proyecto que recibió un certificado EDGE Advanced de GBCI. El Arq. Andrés Schwarz -Msc en Energía, LEED-AP, Experto y Auditor EDGE- lo menciona como un ejemplo residencial eficiente con agregado de renovables. Ubicado en Quilmes (Buenos Aires), es un complejo de departamentos de 16 unidades diseñadas para conservar los recursos naturales mediante el uso de colectores solares de agua caliente, un sistema de enfriamiento dividido por inversor, energía solar fotovoltaica, iluminación LED, un sistema de recolección de agua de lluvia, accesorios de plomería de bajo flujo y más. Esta elección significó un ahorro del 45% en energía, del 39% en agua y del 29% en materiales.
EDIFICIO PAIMUN
