Desde 1965, la empresa Horn & Cía. SRL se dedica a la construcción en seco. Especializada en cielorrasos, hoy cuenta con tres marcas: Horpac, Eko y Nova.

gentileza de Horn & Cía. SRL

La ciudad de Santa Fe es uno de los polos industriales más importantes de Argentina. Traccionada por la perseverancia del norte gringo de la provincia, con el polo rosarino al sur y a la vera del Paraná, cuenta con la Universidad Nacional del Litoral y con una tradición en crear Pymes que traspasa las fronteras de la provincia para alcanzar proyección nacional e internacional.
Es ese marco, en 1965 inició sus actividades Horn & Cía. SRL, una pequeña empresa que se definía a sí misma como dedicada a la “fabricación y comercialización de modernos materiales de construcción tradicionales”, según cuenta Enrique Horn, socio gerente de la firma e hijo de Francisco, el fundador.
Una década después, en 1975, y en pos de desarrollarse dentro del entonces novedoso rubro de la construcción en seco, comenzó la producción del sistema de suspensión para cielorrasos desmontables, al que bautizó con la marca Vipac.
Para perseguir esa visión de crecimiento, incorporó la modulación americana, tras lo cual continuó con el desarrollo y diseño de las placas termoacústicas Horpac, una novedad en el mercado local de aquellos tiempos que –según recuerda–surgió de la implementación de un sistema productivo “original y exclusivo del cual no se conocen antecedentes. Fue así como nos constituimos en una de las pocas fábricas del Mercosur que manufacturaba el cielorraso termoacústico en forma integral, siempre basándonos en los principios de máxima calidad y mejora continua”, destaca Horn.

El porfolio de la empresa

Actualmente, Horn & Cía. SRL custodia tres marcas: Horpac, Eko y Nova.
Horpac presenta cielorrasos termoacústicos que constituyen soluciones constructivas y estéticas, de bajo costo de mantenimiento y estándares de calidad y seguridad, basados en las normas IRAM, DIN y LEED, que garantizan ambientes saludables y sustentables, y que son pensadas para espacios de alto tránsito de público, como bancos, cadenas de retail, oficinas, locales comerciales, centros educativos, farmacias, locales de comidas, edificios públicos, iglesias, viviendas, entre otros.
“Horpac es el mayor éxito de la empresa, dado que hemos logrado una alta participación en el mercado argentino; es elegida por las grandes marcas y empresas nacionales e internacionales que nos hacen parte de todos sus proyectos, gracias al apoyo de nuestra red de distribuidores que la comercializan e instalan”, recalca.
Entre las empresas e instituciones que componen la cartera de clientes de Horpac, se destacan Aeropuertos Argentina 2000, Banco de la Nación Argentina, Burger King, Carrefour, Claro, Farmacity, Grupo Sancor, Hit Coworking, HuaWei, Musimundo y Telefónica de Argentina.
Por su parte, con la marca Eko se comercializan cielorrasos desmontables que presentan una solución práctica y económica diseñada para satisfacer necesidades funcionales y de aislación térmica en espacios como depósitos, locales para alquilar o viviendas sociales.
Finalmente, Nova es la marca bajo la que Horpac presenta sus sistemas de suspensión, un producto que llega al mercado tras muchos años de experimentación y desarrollo técnico que permitieron lograr un producto de elevada resistencia, con mecanismos de acople tipo “mecano” que facilitan una rápida instalación en seco.
Estas marcas llegan al sector a través de una red de más de 300 distribuidores en todo el territorio argentino y pudieron traspasar las fronteras al Mercosur y el Caribe.
Sus clientes son precisamente estos tres centenares de distribuidores y quienes comercializan sus productos en forma exclusiva; les permiten estar presentes en las principales ciudades del país para, de este modo, alcanzar una participación en el mercado doméstico “superior al 20%”, indica.
Respecto del mercado internacional, Horn cuenta que desarrollaron “una estrategia de internacionalización” que les permitió alcanzar “una penetración cada vez mayor”, y señala que “lamentablemente, por el ‘costo argentino’”, sus productos quedaron “fuera de competencia internacional”. Y explica que ese “costo argentino” compuesto por “políticas económicas, altos costos logísticos, tipo de cambio y derechos de exportación” impidió que sigan exportando a países como Chile, Bolivia, Paraguay, Uruguay y República Dominicana. Sin embargo, no se desanima y adelanta que el mercado global sigue siendo de su interés y que trabajan para volver a ser “competitivos”, para lo cual prevén “seguir invirtiendo en tecnología y recursos humanos”.
En ese sentido, Horn puso de relieve que la compañía cuenta con un equipo de trabajo de: 30 en el área productiva, tres administrativos, tres de nivel gerencial, tres en marketing y comercialización, dos en mantenimiento, mientras que las áreas de desarrollo y logística cuentan con una persona cada una”, enumera.
Con ese equipo, la firma navega en esta tormenta de incertidumbre, recesión e inflación; un momento histórico que Horn no duda en calificar como “crítico”, aunque aclara que, si bien se muestran “cautelosos” en el presente, son “optimistas” respecto del futuro, una convicción que les permite seguir invirtiendo en el desarrollo y puesta en marcha de una nueva planta industrial ubicada en el Parque Industrial santafecino de Los Polígonos, y que representa “una importante inversión en tecnología y robótica para ser más competitivos, desarrollando nuevas líneas de productos para diversificar la oferta”, señala.
En esa segunda planta también se producirá material de EPS, para generar sus propias materias primas, junto con productos alivianados y de aislación destinados a la industria de la construcción.
Actualmente, están trabajando al 70% de capacidad instalada, una marca que supera en más de 12 puntos la media nacional, que se ubica en el 57,7%, según la medición del Instituto Nacional de estadísticas y Censos (INDEC).
Gran parte de este posicionamiento se debe a la labor de su equipo de marketing, que año a año diseña sus estrategias de comunicación y comercialización, destinadas a poner sus marcas en valor, para lo que desarrolla políticas de comunicación 2.0 en la web y redes sociales, al tiempo que participa en eventos y charlas técnicas de presentación y capacitación, para mantener el mercado informado sobre sus productos, que cuentan con el respaldo de los ensayos y certificaciones requeridos.
¿En qué tipo de obra se destacan especialmente? “En las de medianas y grandes superficies, como oficinas, locales comerciales, industriales, hospitales, escuelas, cadenas de retail. Estas obras requieren generalmente el acceso a las instalaciones de aire acondicionado, eléctricas, alarmas, etc., y asimismo gran cantidad de instalaciones de fácil acceso, pero que deben pasar desapercibidas, por lo que el cielorraso desmontable es ideal para esos usos”.
La coyuntura económica no pasa inadvertida a lo largo del encuentro. De ese modo, Horn desgrana una serie de factores que –a su juicio– atentan contra la competitividad industrial, entre los que destacan los “costos laboral e impositivo” y la existencia de “regulaciones excesivas e innecesarias”.
Para el industrial, actualmente se vive en un “escenario de gran recesión, con altísimas tasas de interés, lo que frena cualquier proyecto de inversión y aumento de consumo”.

Ambientalmente sustentables y socialmente responsables

Además de estar certificados bajo la norma ISO 9001:2015 –estándar internacional que regula sus sistemas de gestión de la calidad–, Horn ha ensayado y certificado sus productos en materias como coeficiente de conductividad térmica, resistencia a la flexión, barrera de vapor, comportamiento acústico, comportamiento frente al ataque del fuego, determinación de espesores para distintas zonas bioclimáticas y reflectancia mínima.
Horn también trabaja bajo las normas LEED, un sistema de certificación para edificios sustentables en materia ambiental y de eficiencia energética, y para cuyo emplazamiento se requieren materiales que respondan a determinados estándares de calidad, por lo que integra desde 2014 el Argentina Green Building Council, organización que promueve esta norma.
“En Horn abordamos estos nuevos desafíos con gran responsabilidad, y nos encaminamos hacia la sustentabilidad, implementando acciones concretas porque el cambio climático nos obliga a tomar conciencia de la necesidad de modificar las formas tradicionales de diseñar y producir bienes y servicios”, precisa.
La construcción y las industrias asociadas a su cadena de valor son importantes emisores de dióxido de carbono; es por eso que los llamados green buildings o edificios sustentables son una solución inmediata y mensurable para los desafíos que hay que encarar en la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus consecuencias.
Es por eso que las placas Horpac son ligeras, 100% resistentes a la humedad, con aislación térmica y capacidad de absorción a los impactos. Su escaso peso reduce la huella de carbono al transportarlas, porque consume menos combustible.
Además, tampoco se usan clorofluorcarbonos (CFC) en su producción, por lo que no daña la capa de ozono, y es eficiente, porque solo el 2% es masa, mientras que el resto es aire. 100% reciclables, son hidrosolubles, lo que implica que no contaminan las aguas.
“El papel de las innovaciones tecnológicas será crucial en la generación de materias primas, el procesamiento, reciclaje y aprovechamiento de los residuos, las energías alternativas y el diseño de infraestructura de bajo impacto ambiental”, detalla.
Para el empresario, cuanto más se conoce sobre los nuevos lenguajes de la construcción sustentable, más se comprende que no solo es necesario tomar acciones de forma rápida vinculadas a la dependencia energética, sino que intervienen otros factores, como la seguridad económica y la integralidad de la salud humana, lo que lleva a poner de relieve la implementación de una política de responsabilidad social empresaria (RSE).
Al respecto, Horn sostiene que los valores de la firma “trascienden los negocios” y que, de acuerdo con la visión de la empresa, uno de los pilares de su cultura como compañía es “promover el mejoramiento de la calidad de vida en las comunidades” donde se asientan.
Así, en el marco de su política de responsabilidad social, efectúa donaciones de placas de segunda selección a Cáritas Santa Fe y a la Fundación Sagrada Familia para su programa Sume Materiales; estas se destinan a viviendas precarias que no poseen cielorraso y a acondicionar salones comunitarios de los barrios más necesitados.
“También trabajamos en residuos y reciclaje. Si bien todos tenemos responsabilidad en la generación de residuos cuya gestión corresponde al Estado, las empresas de todo el mundo estamos yendo hacia la responsabilidad del fabricante por los residuos que genere su producto una vez terminado su ciclo de vida. También trabajamos en reducir el packaging para generar menos desperdicios: utilizamos embalajes de cartón reciclable de gran tamaño para obtener la mayor eficiencia y rendimiento”, describe.
Otra de las acciones que desarrolla la compañía trabaja sobre el eje de la concientización y la educación, para lo cual indica a sus clientes –a través de cartillas en los envases– cuáles son las alternativas al basural cuando el producto termina su vida útil. Entre ellas, figura el encargarse de cerrar el ciclo de vida del producto reciclándolo en un nuevo producto comercia: EPS molido, que se logra a través de un proceso en el que las placas son separadas del revestimiento, molidas y convertidas en un aligerante para el hormigón o material de relleno.

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