Camino al andar

Mosaicos Alvarez provee de mosaicos, baldosas y adoquines, entre otras superficies de alto tránsito, al sector público y al privado. Carlos Alberto Alvarez, su fundador, nos comparte su historia y proyectos a corto y mediano plazo

Seguramente, apreciada lectora, estimado lector, aunque no reconozca su logo, usted ya ha estado en contacto con alguno de los productos de Mosaicos Alvarez. Sucede que, si ha recorrido la remozada estación Retiro, o en el último tiempo ha visitado Barrancas de Belgrano o la ensanchada avenida Corrientes, o ha transitado por el Paseo del Bajo –por nombrar cuatro obras más o menos recientes de la CABA–, ha podido caminar, correr o simplemente andar sobre las baldosas o adoquines producidos por la empresa.

Porque lo cierto es que, con 45 años de vida, la compañía está consolidada en la fabricación de mosaicos y baldosas de alto tránsito –entendiendo esta expresión como el trajinar diario de millones de personas–; bordes y pisos atérmicos; bloques para césped y adoquines bicapa (estos últimos, definidos como un nuevo concepto en pavimento articulado). Claro que primero, antes de todo esto, ha debido recorrer un intenso camino.

“La empresa nació en marzo del ‘76; puntualmente el 4, en un momento difícil”, evoca e introduce Carlos Alberto Alvarez, su fundador, aludiendo a la historia en general y a la de su firma en particular, y explica que comenzó en 200 m2, después de aprender el oficio casi de manera innata ya que su padre tenía una pequeña fábrica de mosaicos en La Tablada, el fondo de la casa familiar. Según consta en la biografía oficial de la empresa, en 1986 empezó la etapa de expansión industrial.

“De los 200 m2 pasamos a los 400, y de ahí cambiamos de sede como diez veces más, hasta que llegamos acá”, dice el titular de la empresa acerca del actual emplazamiento de 5.000 m2 sito en Lomas del Mirador, desde donde abastecen al mercado local (Entre Ríos, Corrientes, Misiones, entre otras provincias argentinas, tanto a escala pública como privada), además de Uruguay, Chile y Bolivia. “Me acuerdo de que en el ‘95 teníamos una máquina que hacía 300 metros por día”, rememora.

Lo cierto es que, en la actualidad, la compañía produce 2.000 metros diarios de sus distintos productos –mosaicos, baldosas, mármol, sinterizados, producto pulido, etc.– durante ocho horas; dicho de otra manera, en un turno de trabajo. Lo hace mediante sus cuatro máquinas automáticas italianas. “Las posibilidades son enormes, pero hoy trabajamos bajo los protocolos de pandemia, esto es, con el personal de producción al 30%”, explica el entrevistado, aseverando que sus empleados –60 en total– quieren trabajar pero hay que evitar todos los riesgos de contagio.

Adicionalmente a la producción propia, comercializan productos importados –en concreto, marmolería y porcelanato– de Turquía, Brasil, Perú, Emiratos Árabes y China. “Procesamos y comercializamos mármoles, granitos, Silestone, pórfidos, travertinos y las nuevas líneas ultra compactas de Neolith y Dekton”, enumeran en la empresa. “¿El producto estrella? Nuestro mosaico compacto 33 x 33, muy utilizado en las escuelas. ¿La última novedad? Nuestro adoquín 12 x 24, somos los únicos que lo vendemos en Buenos Aires”, enfatiza.

De acuerdo con su fundador, hoy, en su rubro, la compañía es la segunda o tercera de la Argentina. “Poca gente produce como nosotros en volumen y calidad”, afirma. Los números dicen lo siguiente: la empresa manufactura 10.000 m2 por mes de mosaicos y baldosas; produce 3.500 m2 mensuales de mosaico compacto y durante todo 2020 procesó 1.000 m2 de marmolería. Año contra año, crece a un ritmo de 12-15%. Además de la citada sede de 5.000 m2, cuentan con una superficie similar que hace las veces de depósito. Y con un nutrido showroom.

Plan quinquenal

En cuanto a su estructura empresarial, la de Lomas del Mirador es una Pyme familiar argentina 100%. Comenzó con el matrimonio conformado por Alberto y Filomena, su novia de toda la vida, y actualmente con sus tres hijos, Daniel, Alejandra y Gerardo, quienes continúan con su legado, desempeñándose a la cabeza de algunas de las áreas de la firma: Producción, Administración y la Gerencia General, respectivamente. “La tercera generación está en puerta”, asegura Alvarez. Además de las citadas, cuentan con un área de Ventas.

“Tenemos la experiencia de trabajo y el equipo es muy profesional”, apunta, en relación con su trayectoria y su staff, del cual forman parte arquitectos y maestros mayores de obras. De acuerdo con el empresario, incorporaron personal del sector porque quieren gente que hable el mismo lenguaje y tenga los mismos códigos del cliente “para que hablen con un par”. A este equipo se han integrado especialistas en comercio exterior. Estos profesionales, a la vez, se suman al personal especializado con que cuenta la firma y a la última tecnología europea que, comentan, redunda en una alta capacidad de producción.

“La empresa tiene formato y esencia propios. Y creamos tendencia”, define Alvarez, revelando que tienen un plan de crecimiento a cinco años, impregnado en el espíritu de los 45 que pasaron, aun con las dificultades que implica proyectar en la Argentina “con ciclos económicos cortos”. Según declara, quiere triplicar el volumen de negocios en el próximo lustro, “siempre acompañando a quien compra, sea una empresa nacional o multinacional, una Pyme o un consumidor final”.

Por cierto, entre su cartera de clientes se encuentran constructoras como Criba e Ilubaires. “Las empresas que participan en licitaciones se proveen con nosotros”, subraya. A nivel público estatal integran la lista, además de la CABA, las municipalidades de La Matanza, San Isidro y Morón, entre otras. “Hay que tener espalda financiera para trabajar para el Estado, aunque también es cierto que algunas obras dan prestigio”, reconocen en la compañía. Sea público o privado, acentúan, todos los clientes acuden a sus productos por un tema de “confiabilidad”.

En lo inmediato, para este 2021 planifican, por un lado, intensificar su red de distribuidores en el interior para llegar a esas zonas del país donde hoy no tienen presencia y, por el otro, fortalecer su plataforma de comercio electrónico. Asimismo, tienen pensado afianzar el servicio de posventa, entendido, básicamente, como un servicio de reposición. “Somos creativos en el día a día”, enfatiza Alvarez, a manera de cierre. “Además de un equipo profesional y respaldo, siempre estamos atentos a las oportunidades de negocios”.