La propuesta de Isoltech Argentina para el mercado nacional y la adaptación del sistema italiano a los usos y métodos constructivos de América latina.
gentileza de Isoltech Argentina
Cuando se habla del avance del conocimiento y la revolución científico-tecnológica, enseguida vienen a la mente imágenes de computadoras o complejos circuitos electrónicos.
Sin embargo, esa ola es transversal a todas las actividades humanas, incluso a aquellas que en nuestro imaginario suelen estar más alejadas, como es la construcción, pese a que cada día que pasa presenta una novedad tecnológica que le permite llevar a cabo su objetivo de una forma más rápida y más sustentable tanto económica como ambientalmente.
Ese es el caso de Isoltech Argentina, una firma fundada en Rosario en 2008 y que nació como representante de la marca italiana del mismo nombre, un emprendimiento que ya lleva más de medio siglo en el mercado peninsular dedicándose al desarrollo de agentes espumígenos diseñados específicamente para su uso en la elaboración de concreto celular.
David Izquierdo, socio de la compañía, nos cuenta que no se limitaron a representar a la marca italiana sino que, además, debieron llevar adelante la “adaptación del sistema italiano a los usos y métodos constructivos de Latinoamérica”, para lo que debieron desarrollar nuevas máquinas que contemplaran las características del mercado local.
“Nos enfocamos en un diseño robusto, fácil de operar y de mantenimiento simple, para equipos que pudieran prosperar en un mercado aún poco tecnificado, así como también de gran producción y considerable altura de bombeo (hasta 18 pisos o 60 metros de altura) en una sola etapa, pero si se requiere pueden instalarse estaciones de rebombeo y alcanzar la altura que la obra demande sin dificultades”, sostiene.
Los productos fabricados por Isoltech se pueden dividir en tres segmentos: de carga manual, para elaboración y bombeo en obra; los equipos para provisión de producto preelaborado en camiones mixer; y, finalmente, los equipos diseñados a demanda y según requerimientos específicos para fabricación en planta fija de bloques y premoldeados de concreto celular.
Junto con la evolución de los productos llegó la sofisticación de la cartera de clientes, que evolucionó de contratistas prestadores de servicios para terceros a empresas constructoras que fueron escalando hasta llegar a proveer a grandes desarrolladoras de obras urbanísticas una evolución que se debió –según Izquierdo– a un “incremento de la demanda originado una vez que fue dado a conocer el producto y su efectividad”.
“Con el desarrollo del sistema de provisión de material preelaborado, nuestra cartera se amplió a empresas hormigoneras que ahora pueden ofrecer un producto para contrapisos monocapa, es decir, contrapiso y carpeta en una sola aplicación”, recuerda Izquierdo. Y destaca que “hoy no existe obra de construcción, en cualquier escala, que no sea potencial usuaria del sistema”.
Si bien antes del desembarco de Isoltech en nuestro país el mercado ya contaba con empresas prestadoras de servicios similares, el aporte de la firma radicada en Rosario fue sumar a la oferta la “combinación de un agente espumígeno líder a nivel mundial, con un know-how fácilmente transmisible, y equipos confiables que permitieron la penetración del concreto celular logrando una calidad uniforme”, explica Izquierdo, quien pone de relieve a modo de ejemplo que mientras hoy en el país no hay registros de “más de 15 o 20 máquinas importadas operando”, ellos cuentan con “más de 320 equipos vendidos y trabajando en la región, lo que los ubica en una posición de liderazgo, especialmente si se toma en consideración que no hay en el país otras empresas que atiendan de forma integral los tres aspectos del negocio: “Equipos confiables, agentes espumígenos de alto desempeño y formación del recurso humano”.
A la hora de definir en qué segmento son especialmente competitivos, mencionan la realización de contrapisos de nivelación en obras en altura, que son las que más aprovechan el sistema, y la construcción de barrios de forma repetitiva mediante la utilización de encofrados, a causa de que el sistema permite colar una vivienda entera por jornada de trabajo, logrando una construcción de material homogéneo y confort habitacional.
Tiempo y energía también son dinero
Puestos a realizar una comparación con los sistemas tradicionales de construcción, desde Isoltech resaltan, en primer término, que el peso del material disminuye al ser inferior en un 50%. Además, destacan su capacidad de aislación térmica, ignífuga y acústica.
Otra de las características de este método que combina materiales y máquinas pasa por su velocidad de ejecución que, según afirman en la compañía, es de “cinco a diez veces superior” comparado con los sistemas tradicionales.
Este ahorro de tiempo se debe, entre otros factores, a la “optimización de los recursos de izaje y elaboración en obra, al no interferir con el resto de las tareas, y de ese modo permite funcionar en simultáneo junto a los demás rubros”, indica Izquierdo.
A la hora de mensurar la baja de costos que implica este sistema y las maquinarias necesarias para llevarlo a cabo, se toman en cuenta los “costos indirectos que pueden ser calculados en cada obra en particular, y adicionalmente el costo directo del material”, que puede llegar a ser “hasta un 30% inferior a los convencionales”, lo que permite estimar que el costo de la maquinaria es amortizable en “menos de 4.000 m² de superficie”.
“Hablamos de un 30% por debajo solo en costos directos, aunque si construimos una ecuación que sume los costos indirectos a los directos, el ahorro puede llegar al 50%”, apunta.
Investigación para la calidad y sustentabilidad
Una de las capacidades de Isoltech es la adaptabilidad para brindar a cada cliente la solución del producto para su uso específico desde los contrapisos monocapa y el llenado de encofrados hasta la fabricación de paneles y viviendas industrializadas, pasando por la fabricación de bloques y diseño de morteros para relleno y consolidación, entre otras.
Para poder dar una solución a medida, explican que en cada caso específico trabajan junto al personal técnico profesional y de los organismos que la tarea requiera, entre los que Izquierdo enumera el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el Instituto de Mecánica Aplicada y Estructuras de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario (IMAE) y de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), entre otras organizaciones.
Otro de los aspectos fundamentales, y al que apuntan las compañías que pretenden imponer nuevos materiales y tecnologías, es la demostración de su compromiso con la calidad total y, en este aspecto, las certificaciones de desarrollo bajo normas internacionales dejan de ser una ventaja competitiva para transformarse en un requisito insoslayable, tal como demuestra el hecho de que el concreto celular Isoltech posea certificaciones del Green Building Council italiano y que todos sus procedimientos estén certificados bajo la norma ISO 9001:2015, mientras que sus equipos y sus componentes están ajustados a las normas CE.
Por otra parte, y como componente de una de las fortalezas y demandas de los nuevos sistemas, estas tecnologías son totalmente compatibles con el criterio de sustentabilidad ambiental.
“Esta tecnología es 100% eco-compatible y nuestro agente espumígeno Isocem S/B es fabricado sobre la base de proteínas animales, por lo cual no produce residuos tóxicos de ninguna especie. Mientras que la elaboración de 1 metro cúbico de material insume solo 1 kilowatt, su uso en viviendas permite hasta un 30% de ahorro en climatización”, explican en Isoltech, al tiempo que precisan que ese proceso “no genera desechos de ningún tipo en su implementación y tampoco en una eventual demolición, como sí sucede en el caso del poliestireno”, abundan.
Tecnología italiana para el desarrollo argentino
Si bien el agente espumígeno es fabricado en Italia, dadas las características del modelo de negocio, este se importa no como producto para consumo sino como un insumo industrial, que es compensado en términos de balanza comercial con las exportaciones de las máquinas que Isoltech Argentina fabrica en el país.
En ese sentido, Izquierdo explica que las máquinas poseen cerca de un 40% de componentes importados fabricados en países del Mercosur y señala que están exportando “máquinas y equipos a Uruguay, Paraguay y Chile”, aunque aclara que su mercado principal es el argentino y que trabajan en “un crecimiento progresivo en los países de la región”.
Estos desarrollos son posibles gracias a la alta capacitación que sus recursos humanos reciben para poder cumplir con sus funciones y procesos con estándares de alta calidad y de los cuales una decena están en la planta rosarina, dedicados a las tareas de tipo metalúrgicas. Se suman los empleados de la casa central de Rosario y quienes se desempeñan en las sucursales de venta y posventa del área metropolitana de Buenos Aires y en la sede capitalina de la provincia de Córdoba.
Además, hay que sumar “más de 40 proveedores de piezas y componentes que, indirectamente, forman parte fundamental del proceso de fabricación”, puntualiza Izquierdo.
Venta y comercialización
Pese a que Isoltech participa regularmente de ferias y exposiciones como BATEV, y que cuenta con agentes comerciales en los tres principales centros urbanos del país, desde la firma sostienen que el ecosistema de la construcción posee canales propios de intercambio, una red que permite la difusión de sus productos, por lo que explican que es habitual la llegada de consultas “por haber visto el material aplicado, los equipos o escuchado el testimonio de constructores y profesionales”.
“Creemos que el concreto celular de alta calidad supone una revolución en los rubros donde se aplica. Para transmitirlo simplemente: pensamos que la llegada de este producto al mercado es equiparable a la transición de los caños metálicos galvanizados hacia la tecnología de la termofusión: una vez que el cliente se anima a innovar, las ventajas del producto hacen que no vuelva a elegir los sistemas primitivos”, cuenta Izquierdo.
Al respecto, aplican estrategias de fidelización destinadas a sus nuevos clientes, a quienes acompañan creando condiciones para facilitar la adquisición de la tecnología y mediante la colaboración en sus primeras ventas, para que esas empresas comiencen a implementar las nuevas tecnologías generando ingresos desde el primer día de trabajo y puedan amortizar la operación.
Asimismo, desde Isoltech desarrollaron un layout de trabajo fácil de transmitir, que logra transformar a un empleado sin conocimientos previos en el rubro de la construcción en un operario calificado en la elaboración de concreto celular, con lo cual contribuyen a la formación de recursos humanos en su cadena de valor.
“Ponemos especial acento en el servicio de posventa, ya que comprendemos que han llegado a nuestro país excelentes máquinas importadas que han pasado al desuso por no tener un servicio técnico y/o capacitadores que puedan obtener de ellas un buen rendimiento y funcionamiento confiable. Entendemos que este es uno de nuestros mayores atributos”, recalca Izquierdo.
El futuro se escribe hoy
“Luego de haber sorteado los primeros años, en los que nos dedicamos al perfeccionamiento de todos los procesos, fuimos gratamente recompensados con la participación en obras de interés nacional, como hospitales, universidades, barrios sociales, así como en desarrollos inmobiliarios de gran altura emplazados en las principales ciudades del país y de la región”, recuerdan en Isoltech.
Otra de las gratificaciones que obtuvieron fue que su nave insignia, la AR-200 MultiMix, esté presente en todas las provincias de la geografía nacional, y explican: “Esta máquina es la piedra angular de la implementación del concreto celular en todas las regiones, con la amplitud de climas, tipología constructiva y tipos de arena de la Argentina. Es decir, es utilizada tanto en zonas de clima hostil extremo como en zonas de riesgo sísimico, y con el tipo de arena más común y económico de cada emplazamiento. Esto, aún hoy, sigue siendo un orgullo para nuestra empresa”.
Entre los desafíos tecnológicos que enfrentan se encuentra el de la optimización de la provisión de material en obras donde no se dispone del espacio adecuado para acopio de material y producción. Para solucionar este desafío originado por el avance de la urbanización y el aumento de la densidad poblacional en las ciudades, desarrollaron un sistema de pro-visión del material elaborado que se encuentra en etapa de implementación.
Esa necesidad de desarrollar nuevas soluciones para nuevos desafíos es consistente con su política de brindar soluciones novedosas adaptadas siempre a los usos y costumbres de la región ante los problemas planteados por sus clientes, subraya Izquierdo, y resalta que quienes conforman la empresa están unidos porque comparten y disfrutan la misma inquietud inventiva y el ensayo de nuevas ideas.
“Estamos deseosos de que la demanda próxima exceda nuestra capacidad productiva, para cuyo caso contamos con procesos de fabricación estandarizados que nos permiten una rápida respuesta ante la demanda del mercado de un producto innovador con ventajas sustanciales sobre los sistemas tradicionales, que ahorra energía y es compatible con el ambiente, por lo que creemos que su crecimiento en los próximos años será exponencial”, se esperanza Izquierdo a modo de despedida.